El demonio de las Highlands
Kenneth es un McEntrie, pero a veces se siente como un bastardo. Es un gran jugador y nada propenso a la ternura. A la hora de querer es más un puercoespín que un perro faldero y lo más bonito que le ha dicho nunca a Rowena es que es una bruja.
«—Es usted estúpida —la cortó una vez agotada su paciencia—. Haga lo que le dé la gana, pero luego no diga que no la advertí.
—¡No me hable! —exclamó furiosa golpeando el suelo con el pie—. Ni me mire cuando pase a su lado. Es usted una persona horrible.
Se apresuró a subir a su caballo y sin decir nada más se alejó de allí al galope.
—Estúpida engreída. Bruja arrogante. ¡Maldita idiota! Ya te lo encontrarás, y yo estaré ahí para reírme.
«—Yo solo puedo juzgar las relaciones humanas basándome en aquellas que he vivido. Veamos: tengo desprecio, rechazo, sumisión… No, amor no tengo. —Negó con la cabeza con expresión cínica mientras miraba de nuevo por la ventana—. Ahora en serio, disculpe el tono amargo de mi charla, será la luna que me pone melancólica. Quiero un matrimonio en el que no haya posibilidad de acabar odiándonos o sufriendo. Por eso no puede ser Liam Fraser, ni Caleb Anderson, Miles Robertson…
Siguió enumerando candidatos en un murmullo ininteligible y Kenneth apretó los labios, molesto. ¿Tantos nombres había que descartar? O era muy arrogante o tenía a todo Lanerburgh haciendo cola. Sacudió la cabeza y apartó la mirada con un repentino malhumor».
Un demonio y una bruja, ¿puede haber una combinación más explosiva?
Tercera entrega de Los McEntrie y quizás he hecho pereza en leer este libro porque ninguno de los dos protagonistas me gustaban especialmente. Lo bueno, que la autora siempre logra engancharme con sus tramas y fue empezar a escuchar y no poder parar.
Algo que me encanta es que los personajes de otros libros sean importantes y tengan peso durante toda la saga. Esto hace que quiera seguir leyendo novela tras novela.
Rowena me era bastante indiferente en libros anteriores, pero en este no he logrado empatizar con ella. No me gusta la forma en que trata a nuestro prota, ni como juzga a los demás cuando ella es la primera que tendría que mirar como actúa.
Kenneth es el hermano que menos me ha gustado siempre. Nunca me han gustado sus reacciones, ni como hace ciertas cosas por mucho que lo haga para abrir los ojos al de al lado. Quizás por esto creo que hace una pareja estupenda con la prota.
La trama comienza unas semanas después al final del anterior libro, con nuestro prota que tiene que afrontar una deuda exagerada y que no quiere la ayuda de nadie, quiere conseguir el dinero participando en carreras y vendiendo caballos. Por otro lado, los padres de Rowena han hecho un acercamiento con ella y por fin parece que quieran conocerla de verdad, por no decir que la apoyan en la venta de su herencia para comprar la casa y las tierras que tanto desea.
A esto hay que sumarle los embarazos de las mujeres McEntrie que además son intimas amigas de nuestra prota, y la petición constante de matrimonio por parte del hombre al que Kenneth le debe dinero.
La historia de amor no me la he creído. Comencé pensando que Kenneth estaba enamorado de Rowena (que quizás me lo imaginé en el anterior libro) y me ha gustado que la trate con respeto, cosa que ella no se merece. No me ha gustado la manera en que ella le trata, con desprecio y siempre faltando el respeto y tratándolo como basura. Por esto no me he creído que se haya enamorado de él porque no es que este libro sea un enemies to lovers, es que para ella él es un cero a la izquierda y tampoco ayuda que él se haya llevado a la cama a mas de la mitad de las mujeres con las que conviven.
Que él sea un mujeriego y no respete ni a la familia de sus amigos, a mi me ha costado de digerir y comprendo que Rowena recele en ese aspecto de él. Además, se acostó con su hermana y auqnue esté la excusa de que fue para abrir los ojos de uno de sus hermanos (todo esto pasa en el primer libro) comprendo que a ella no le sea fácil de olvidar.
A parte de todo esto, pasan un montón de cosas. Veremos como les va a los demás McEntrie, el regreso de una de sus vecinas, fiestas y bailes, y un complot contra nuestros protagonistas, sin olvidar la enemistad con sus vecinos que en este libro han tenido menos peso que en anteriores novelas.
Cosas que me han faltado, me hubiera gustado conocer el punto de vista de Kenneth respecto a todo lo que hizo su madre y me ha parecido que se pasa por encima de esto, me ha faltado una conversación entre los hermanos implicados y una buena resolución al respecto. También me ha faltado que se resolviera todo el tema de la partida y las sospechas que tienen todos.
En la parte final pasan muchas cosas que me han gustado, y aunque la pareja no me convence, me gusta como se cierra los frentes que tienen abiertos, y los que no cierra que se solucionen en futuras entregas. El epílogo deja con ganas de más y espero no tardar en ponerme con el siguiente libro.
En conclusión, El demonio de las Highlands ha sido una novela que me tuvo enganchada de principio a final, pero que no llegó a ser una novela redonda porque no empaticé con ninguno de sus protagonistas. No me han gustado sus comportamientos y realmente estuve más pendiente de los demás personajes. La nota del libro es por estos últimos, porque sin ellos la novela no me hubiese gustado.
* Las imágenes las he cogido de las que ha ido publicando la autora en redes