Susanna Herrero

 Y el mundo no dejaba de girar

Editorial Montena

Publicado 19 Noviembre 2020

Tapa Blanda

320 páginas

Juvenil - New Adult

El último curso.

El primer amor.

Y la vida golpeando a la puerta.

Usune y Paul llevaban coincidiendo toda su vida: vecinos, amigos y enemigos, se ven en la playa, en el parque, en los bares, en el astillero. En todas partes. Pero nunca iban juntos a ninguna.

Usune cree que conoce al impertinente de Paul, lo que no sabe es que él tiene un arma muy poderosa: su sonrisa de hoyuelos y la forma en que sus ojos azules la miran.

La vida de Usune está a punto de cambiar.

¿Pueden juntarse el mejor momento de tu vida y el peor: la alegría más intensa y la tristeza más profunda?

Desde que leí a esta autora por primera vez en agosto, me conquistó totalmente. Así que estoy loca por seguir con la saga Cabana. Cuando leí en su instagram que iba a publicar este libro sabía que lo iba a leer, al igual que sabia que lo iba a devorar. Lo he leído junto a mi querida Lig  del blog Yes we can read together.

Usune comienza el último curso de bachiller en el mismo cole de toda su vida. Pero como se ha declinado por letras, le ha tocado cambiarse de clase, donde están sus íntimos amigos Maia y Unai. Y también esta Paul Uribe, ese chico que siempre se mete con ella, con el que se ha criado aunque jamás hayan hablado demasiado... viven en el mismo pueblo, dos o tres días por semana corren juntos, incluso su perro Conan se suele ir con él, pero apenas han intimado. Hasta ahora.

Por culpa de Paul se ha convertido en la delegada de clase, por culpa de Paul tiene que echar sal en el café de los profes, y por su culpa también se tienen que meter juntos en un armario... y allí se besan.

Y la vida de Usune comienza a cambiar, porque parece que él la conoce muy bien, porque se va metiendo en sus rutinas poco a poco, porque la hace sentir bien, porque la escucha...

No quiero contar más porque quiero que descubráis este maravilloso libro que ha hecho sentir tantas cosas... El libro nos lo va narrando Usune recordando su último curso en su cole de toda la vida. El libro me enganchó desde la primera frase en la que ella llega tarde al cole, y me he devorado el libro en dos noches (yo solo puedo leer por la noche, no tengo tiempo de mas).

Usune es nuestra prota, y no os podéis imaginar lo que me ha gustado. Es la típica empollona a la que le gusta sacar buenas notas. Vive con su abuela, su amama,  porque sus padres fallecieron años antes, pero a pesar de esto es una chica feliz, es introvertida con sus sentimientos pero a la vez es abierta y divertida. Me gusta su forma de ser, como se gana a sus compañeros de clase, lo que quiere a su amama y todo lo que está dispuesta a hacer por ella. Y aunque también sea cabezota, la he comprendido muy bien y he disfrutado totalmente con ella.

Paul es un amor. Me gusta como la chincha, la forma de meterse con ella, incluso cuando la llama "piojo" que la primera vez que lo leí me enfadé, hasta que conoces todo de ellos. 

La trama gira en torno a ellos y al problema que se le presenta a Usune en su casa. Me ha encantado disfrutar de como esta pareja se acerca y se van conociendo íntimamente. Es una historia tan sencilla y a la vez tan emotiva que he reído y he llorado. Me he enamorado locamente de Paul y de su paciencia, de la forma en que se va ganando a Usune, también del pilar tan solido al que ella se puede agarrar.

No os podéis imaginar como he disfrutado de la lectura, y es que encontrar un libro sencillo que te envuelva y te atrape, que no puedas dejar de leer, y que te deje los sentimientos a flor de piel han hecho que se convierta en otro de mis libros favoritos de este año.

El epílogo es precioso, una forma de cerrar la historia perfecta que  me ha dejado con una enorme sonrisa. No podéis dejar de leer la Nota de la autora, porque he disfrutado de lo que nos cuenta de como comenzó esta historia. A mi me gusta leer todo, agradecimientos incluidos, porque hay veces como esta en la que encontramos  retazos de la historia.

En conclusión, Y el mundo no dejaba de girar ha sido un libro que me engancho desde el principio hasta el final,  en el que he reído y he llorado, y que he disfrutado muchísimo. Este libro es la prueba de que una lectura sencilla puede ser perfecta. Ya es una de mis lecturas favoritas de este año.