Alice Kellen

Nosotros en la luna

Editorial Planeta
Publicado 28 Enero 2020
Tapa Blanda
480 páginas
Romance actual

Una noche en París. Dos caminos entrelazándose.

No hay nada más eterno que un encuentro fugaz. 

Cuando Rhys y Ginger se conocen en las calles de la ciudad de la luz, no imaginan que sus vidas se unirán para siempre, a pesar de la distancia y de que no puedan ser más diferentes. Ella vive en Londres y a veces se siente tan perdida que se ha olvidado hasta de sus propios sueños. Él es incapaz de quedarse quieto en ningún lugar y cree saber quién es. Y cada noche su amistad crece entre emails llenos de confidencias, dudas e inquietudes. Pero ¿qué ocurre cuando el paso del tiempo pone a prueba su relación? ¿Es posible colgarse de la luna junto a otra persona sin poner en riesgo el corazón?

Una historia sobre el amor, el destino y la búsqueda de uno mismo.

Porque a veces, solo hace falta mirar la luna para sentirte cerca de otra persona.

Alice Kellen es una de mis escritoras favoritas, así que cuando puso en Instagram que este año publicaba libro tuve clarísimo que me haría con el en cuanto pudiese, como así ha sido.

Ginger ha cogido un vuelo a París sintiendo un impulso, después de que su novio la haya dejado. Solo pasara allí una noche. Y mientras se pelea con una maquina expendedora de billetes del metro aparece Rhys, con quien congeniará desde el primer segundo. Esa noche se convertirá en el  comienzo de una amistad que harán crecer gracias a sus mensajes de emails. Poco a poco irán conociéndose mas íntimamente y se convertirán en mejores amigos.

Pero ambos son muy distintos, Ginger es una persona conformista a la que le cuesta decir "no", y Rhys es una persona complicada que no puede quedarse quieto en un punto concreto.

Es irremediable que entre ambos los sentimientos vayan cambiando, pero la forma de ver la vida tan distinta entre ambos marcara su vida a lo largo del tiempo...

Si hay algo que caracteriza a Alice Kellen es la forma en que sus libros transmiten emociones y sentimientos. Y según va publicando más libros se nota como va subiendo esa intensidad. Por eso cuando me puse con este libro esperaba otra cosa, no la relación que tienen nuestros protagonistas a través de los años.

Ginger, la conocemos en su penúltimo año de carrera. La acaba de dejar su  novio y siente la necesidad de cometer una locura y se va una noche a París. Me gusta la forma de ser de esa jovencita, sobre todo porque en esa edad yo también era de las que no sabían decir que no. Pero me gusta como poco a poco va madurando. Desde el primer momento vemos que siente algo más por Rhys y como sus sentimientos van creciendo a lo largo del tiempo. También me ha gustado la mujer en que se convierte y como es firme a una decisión que toma.

Rhys es un chico que evita completamente la relación con su padre después de una gran bronca que tuvo con el y que le marco para siempre. He comprendido ciertos aspectos de su forma de ser... que quiera huir de lo que le hace daño, que se haya vuelto un tanto cínico al querer aislarse de los sentimientos que pueden surgir en una pareja. Pero según van pasando los años y el no evoluciona, al contrario, se queda anclado en su complejo de "Peter Pan", a mi me ha ido sacando de quicio y ha llegado un punto en que no he podido con su actitud. Y aunque al final la autora lo redime, yo no he logrado perdonarle del todo.

La trama se divide en siete partes y se van desarrollando según van pasando los años, Rhys viajando por el mundo por su trabajo de Dj, Ginger en Londres cerca de los suyos. La parte que hay de emails me ha gustado, porque vamos conociendo mas profundamente las dudas y los secretos, sobre todo de él... pero es cierto que hay partes que se me han hecho un poco mas pesadas.

La parte que mas me ha gustado ha sido la séptima y última, y es porque la novela da un giro totalmente necesario, y ha sido emocionante leerlo. Por no hablar del epilogo que es perfecto y precioso.

También quiero añadir que me ha encantado la portada. Fijaos que cuando la vi en foto no me pareció nada particular, pero cuando tuve el libro en las manos me encantó que las constelaciones que hay en el fondo destaquen.

En conclusión, aunque Nosotros en la luna no sea mi libro favorito de la autora, es un libro que he disfrutado de principio a fin. Creo que mi mayor pega ha sido no empatizar demasiado con Rhys. Pero al final me ha dejado con una sonrisa y una sensación muy agradable al pensar en la lectura.