Cherry Chic

 Enséñame a dibujar sonrisas

Autopublicado, Septiembre de 2019

Kindle Edición

271 páginas

Romance Actual

A veces una sonrisa puede con todo.

A veces, no.

A veces el amor puede con todo.

A veces, no.

A veces a nuestras vidas llegan personas con el único propósito de enseñarnos algo.

A veces aprendemos.

A veces, no.

Esta es la historia de dos personas que intentan adaptarse a la vida que les ha tocado y, en el camino, se cruzan.

Esta es la historia de una chica que sonríe por inercia y un chico que no sabe ver la vida de otra forma.

Esta es la historia de Carmen y Gabriel, pero podría ser la historia de cualquiera que a veces sienta que se ahoga y otras que la vida es demasiado bonita.

Podría decirte más, pero ¿por qué no entras y eres testigo de primera mano de todo lo que ellos están deseando contar?

El año pasado leí muchos libros de esta autora, y este año quería estar más al  día, pero entre una cosa y otra no ha sido hasta verano que no he vuelto a leerla. Y como sigo el orden que me pasó mi amiga Beii, en esta ocasión me tocaba este libro.

Carmen y Gabriel son totalmente distintos. Él mira a la vida de frente y adora tanto a su familia como a sus amigos, además de ser una persona muy positiva. Ella es introvertida y prefiere estar en casa tranquila o tomando una cerveza junto a su único amigo.

Cuando sus vidas se cruzan de la forma más particular posibles, ambos forjarán una amistad que poco a poco irá dando paso a algo más... pero ¿podrá Carmen abrir su mundo para el de Gabriel? 

Me encanta Cherry Chic, pero este libro me ha fallado un poco. Por la manera tan apoteósica que empieza, yo me hice una expectativas que no llegaron a cumplirse, sobre todo porque los protagonistas no me llegaron a encajar.

Carmen no me ha gustado. Es una persona introvertida que ha superado su pasado metiéndose en una capsula en la que deja entrar a poca gente. Pero lo que no he entendido es que cuando llega un momento determinado en el que está totalmente claro que tiene un problema, como es que no ha pedido ayuda. 

Gabriel es completamente lo contrario, y me he sentido identificada con él. Es una persona que ha enfrentado un duro pasado con muchas narices, que siempre ha ayudado a la gente de su entorno, y que necesita de los suyos para ser feliz. Por eso le he comprendido perfectamente en todo el libro.

La trama empieza fuerte, ya que se conocen de una forma y por unos motivos que me tuvieron riendo un buen rato. Me gusta la forma en que poco a poco se van conociendo, la atracción entre ambos, y como va surgiendo su historia de amor.

El pasado de ambos es muy duro, y me ha gustado ver la forma tan diferente en la que ambos la han afrontado. Vuelvo a repetir que no he comprendido a Carmen. Ella sabe que tiene un problema, y quizás en su época juvenil no era capaz de ver que tenía un problema, pero ya de adulta que no haga nada me ha sacado de quicio.

Cuando la historia de ambos avanza es cuando vienen los problemas, porque ambos son tan distintos que Carmen no es capaz de acercar posiciones. Y me ha sacado de quicio. Lo que tampoco he comprendido es que en todo el tiempo en que se conocen Gabriel no haya sacado un segundo para contarle su pasado y que ella se tenga que enterar por terceras personas.

La parte final es muy bonita, pero a mi no me ha parecido nada creíble aunque me haya gustado. Sigo pensando que hay problemas que se han de enfrentar con asesoramiento especial. El epílogo me ha dejado con una enorme sonrisa, porque es de los que me gustan... de esos que te cuentan como están después de un tiempo y no son super perfectos, simplemente te explican como se enfrentan a su día a día.

En conclusión, Enséñame a dibujar sonrisas ha sido una lectura que me ha gustado, pero no he empatizado nada con la protagonista y me ha faltado más comunicación entre la pareja. La verdad es que tenía muchas expectativas y se me desinflaron un poco, aun así he disfrutado de la lectura.