1. Promesas que unen
Elizabeth haría cualquier cosa, absolutamente todo, por salvar la
herencia que le ha dejado su padre, incluyendo el contraer matrimonio
con Asa MacIntyre, un alto y atractivo pistolero de anchos hombros,
caderas estrechas y ojos grises como la plata, que goza de una
reputación implacable y al que le gusta acabar lo que empieza. Asa sueña
con unas tierras que pueda llamar suyas, una esposa y el respeto que
viene aparejado con todo ello. El hecho de casarse con Elizabeth puede
haber comenzado como un mero medio para alcanzar sus fines, pero ni los
sueños más delirantes de Asa lo han preparado para la excitante aventura
de descubrir a la apasionada mujer que se esconde bajo el pulcro y
estricto aspecto de su esposa.
Opinión
Mi única pega es la protagonista... no soporto a Elisabeth. Es la que busca un marido y no deja de dar por el saco (por no decir una palabrota)... es insoportable.
Tampoco calificaria de erótico este libro, es cierto que las escenas hot son muy subiditas de tono, pero la autora no ha llenado el libro de esas escenas.
Por lo demás es una novela que me ha enganchado desde el principio. Asa es un amor, con una paciencia de santo... la trama es atrayente y aunque me hubiera gustado saber mas de como van a hacer funcionar el rancho, me ha parecido una novela historica estupenda.
Mi nota... 8
2. Promesas que cautivan
Desde la trágica muerte de su prometida,
Puma McKinnely tiene un serio problema: a pesar de haberlo intentado
todo, es incapaz de mantener relaciones con una mujer, de modo que acude
al peor burdel de la ciudad en un intento desesperado por resolver su
problema. Allí le ofrecerán los servicios de Mara, una chica nueva que,
con toda seguridad, le hará disfrutar de nuevo; y, efectivamente, el
deseo lo inflama tan pronto como la ve.
Pero, cuando Mara, incluso bajo los
efectos de una droga, da muerte a la dueña del burdel y su esbirro, Puma
es consciente por primera vez de que la chica no estaba allí por propia
voluntad. Decide entonces alejarla de aquel lugar mientras aún
permanece drogada, y se promete a sí mismo que cuidará de aquella menuda
y frágil muchacha que tanta pasión despierta en él.
Sin embargo, no ha contado con la
terquedad de Mara, que se niega a contraer matrimonio con él a pesar de
su precaria situación, ni con el hecho de que las noticias sobre su
pasado puedan enturbiar su vida. Y el único camino que conoce para
superar las dificultades es alimentar el deseo de la mujer que ama.
Opinión
Qué decepción me he llevado.
Me quedé toda intrigada con Puma en el anterior libro, y tenía muchas ganas de leer su libro. Pero aquí se me presenta un Puma que no me ha gustado nada.
No me gusta que gracias a lo pelmazo que es, Mara se casé con él. No me gusta Mara, no me gusta Nidia... que este pululando por ahí se me hace insoportable... y no me ha gusta que Puma a menos de nada, se largue... puffff, ahi le hubiera cortado esos pelos que tiene.
Una decepción total, aunque seguiré con la saga.
Mi nota... 4
3. Promesas que perduran
Clint McKinnely lleva tiempo cortejando a
todas las chicas de Cheyenne con la esperanza de encontrar a la mujer
adecuada con la que casarse. No obstante, la única que realmente le
atrae es Jenna Henesey, una hermosa joven que enviudó trágicamente
durante un incendio.
Pero Jenna es esquiva. Se mantiene
alejada y fría, como si temiera a cualquier hombre que se le acerque.
Todo eso cambiará una noche, cuando Clint descubre que la mujer por la
que se siente atraído se encuentra herida y, además, tiene un bebé del
que cuidar.
En ese momento tomará la decisión de contraer matrimonio con ella, esperando así solucionar todos sus problemas.
Pero Jenna esconde un terrible secreto,
un misterio que la persigue y que amenaza su cordura, y Clint
comprenderá que no importa que la salvara una vez de las llamas:
ahora tendrá que salvarla de nuevo de un peligro mucho mayor y
arriesgarse a perder su propio corazón en el intento.
Él es un hombre que vive bajo su propio
código. Ha dejado tras de sí un rastro de corazones rotos, huesos
destrozados y leyes quebrantadas. Pero cuando entregue su corazón a la
mujer adecuada será con una condición: que ella jamás rompa el suyo...
Evie Washington, una pintora que nunca
ha tenido aspiraciones matrimoniales, se ve obligada a casarse cuando
admite haber tomado como modelo para su último cuadro al atractivo
reverendo Swanson, aunque para ello tenga que sacrificar aquello que más
valora: su libertad.
Para Brad Swanson ser reverendo no es
más que una fachada, una farsa para eludir la ley. Ahora que ha sido
condenado por el único crimen que no ha cometido, si no quiere admitir
su verdadera identidad y cambiar el alzacuellos por la soga tendrá que
aceptar desposarse con Evie. Está claro que compartir cama con esta
rebelde belleza no debería ser precisamente una tortura... y podría ser
la clave para poder hacer de él un hombre honesto.
5. Promises decide
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