Kate L. Morgan

 La prometida y el Duque

Autopublicado, Marzo de 2019

Audible Studios, Febrero de 2021

Audiolibro

Narrado por Gerardo Quiroz

Romance Histórico Regencia Inglesa

Charles Evans Beaufort, sexto duque de Goldfinch, es uno de los hombres más ricos y poderosos de Inglaterra. También es el hombre que ha perdido a su hermano menor por culpa del marqués de Tilney, lo que le ha convertido en un hombre severo y vengativo que nada quiere saber de la sociedad, y mucho menos de un matrimonio. Sin embargo, su padrino y la Corona se han confabulado contra él y han decidido que debe casarse con lady Elizabeth Mortimer, la hija del hombre que ha jurado destruir. Elizabeth Mortimer tuvo que dejar Londres a causa del escándalo que se desató en la alta sociedad de Londres cuando su prometido la dejó plantada frente al altar. Ahora, tres años después, la Corona ha decidido que debe casarse, pero ella se niega rotundamente a acatar la orden de contraer matrimonio precisamente con el culpable de su desgracia.

Me decidí a escuchar este libro porque la sinopsis me llamaba mucho y como no conocía a la autora decidí darle una oportunidad.

Cuando ahorcaron a su hermano por traición Charles, el Duque de Goldfinch, rompió su compromiso con la hija del causante de esto, y aunque trató de arruinarle no lo ha conseguido del todo. Así que cuando el Rey le obliga a casarse con ella, no duda en amargarle la existencia para dañar a su padre.

Elizabeth es obligada a casarse con el hombre que la arruinó cuando la dejó plantada en el altar. Pero no puede hacer nada para negarse y cuando este aparece en Edimburgo y la obliga a irse a Londres con él, tiene que dejar a su hermana pequeña con la niñera. 

Charles no duda en utilizarla para averiguar quienes estuvieron tras la muerte de su hermano, aunque a esta le parezca horrible. Elizabeth quiere odiarle, pero cada vez que la besa su mundo tiembla.

No había leído nada de esta autora y creo que el libro elegido no ha sido el adecuado, porque no me ha gustado nada. Kate L. Morgan tiene una forma de escribir sencilla y reconozco que de primeras me atrapó totalmente,  aunque los personajes de este libro son horribles.

Elizabeth no me ha gustado, al principio prometía mucho pero es una pan sin sal que aguanta lo inaguantable y lo perdona todo. Es cierto que las mujeres del siglo XIX eran así y no tenían ni voz ni voto en sus vidas gobernadas por sus padres o maridos, pero a mi me gustan las protagonistas fuertes que aunque estén en esa tesitura se cuadren y se planten frente a ese marido que está enamorado de ellas. Pero en este libro ella es una mártir y no hace nada para cambiar, perdona cosas horribles y encima pide perdón por otras en las que ella no ha tenido nada que ver.

Charles es un hombre frío y cruel que necesita vengarse de la muerte de su hermano. Al principio no me caía mal, pero le he ido cogiendo un odio y un asco según iba avanzando la novela que ha conseguido meterse en mi top de mi lista de protas masculinos más odiados. Es un sinvergüenza que disfruta humillando a su esposa y al que le importa un pimiento cualquier persona excepto él.

La trama comienza cuando el Rey obliga a Charles a contraer matrimonio por poderes con su exprometida. Ambos estuvieron prometidos años antes, pero cuando el padre de Elizabeth denunció a su hermano por ser un espía de Francia y le ahorcaron por esto, Charles la dejó plantada en el altar convirtiéndola en una paria y se dedicó a hundir los negocios del padre. Ninguno tiene opción a evadir el matrimonio, así que él decide seguir vengándose sobre ella.

Elizabeth no tiene opción de nada y cuando él la va a buscar a Edimburgo y la obliga a irse con él con lo puesto dejando a su hermana pequeña sola con la ama de llaves. Durante el viaje le hace miles de feos, incluso le dice que tiene que seducir a uno de los hombres que viajan en el mismo barco, que resulta ser amigo de un primo suyo. Y a todo esto ella calladita y encima enamorada hasta las trancas del tiparraco.

Cuando llegan a Londres la cosa no mejora, incluso va a peor. Charles sigue tramando cosas para limpiar el nombre de su hermano y a la vez va ensuciando el de su mujer, humillándola a más no poder.

Pero cuando todo estalla, es cuando se presentan en la casa de los protas el ama de llaves con su hermana, porque nadie ha dejado dinero en la casa y esta se llena de acreedores... cosa que también me dejó con la boca abierta porque se supone que el padre tiene pasta, pero se va a Francia y las deja sin dinero. Claro, Elizabeth sin el permiso de su padre no puede sacar dinero del banco, y tampoco es que se acuerde demasiado de ellas porque no le pide el dinero a Charles, así que a estas pobres no les queda más remedio que ir a Londres. 

Bueno, pues un secreto terrible sale a la luz, y ¿a quién culpa del imbécil? pues a Elizabeth y lo que hace me enfadó tanto tantísimo, me pareció tan denigrante que incluso tuve que parar la escucha. La cuestión es que la única persona que la ayuda, que la cuida cuando se enferma, es a quien le pide Charles que traicione.

En este punto no sabía que esperar, y todo lo que ocurre en la parte final me terminó de rematar. Yo esperaba una Elizabeth que le mandase a freír espárragos y pidiese el divorcio, que plantase cara ante un padre al que le ha dado igual todo mientras consiguiese su fin, y me he encontrado con una estúpida que lo único que hace es decir a su maridito lo que le ama y encima asume la culpa. Y yo horrorizada gritándole "¿Pero que culpa tienes? si te han engañado como una boba, que te han hecho las perrerías mas grandes del mundo".  Pero ella está locamente enamorada de él y lo peor de todo, se supone que Charles también, y yo sigo preguntándome, si la quieres ¿por qué tratas como a una basura?

Al acabar la lectura me sentía enfadada, llena de rabia y con ganas de tirar mi móvil a la pared. Pocos libros consiguen eso, siempre veo algo positivo, pero en este libro lo único que se salva es el principio.

En conclusión, La prometida y el Duque ha sido una novela que no me ha gustado nada, con un protagonista masculino al que he odiado con toda mi alma y una prota femenina insulsa y pasiva que me ha sacado de quicio cuando perdona lo imperdonable. Estoy bastante enfadada con el libro, no descarto leer algo de la autora más adelante porque solo con un libro no me gusta tachar de mi lista a nadie, pero ahora mismo no me apetece nada.