Anabel García

Si mis pensamientos viesen la luz, os dejaba a todos ciegos

Editorial Esencia

Publicado Marzo 2021

Ebook

398 páginas

Chick Lit

¿Eres la clase de mujer que te prometiste ser de niña?

Yo no me atrevería a responder con un sí rotundo, porque soy a los problemas lo que el oxígeno a los pulmones: indispensable. Ni siquiera yo me tomo en serio a mí misma, pues mi manera de ser no es nada recomendable para triunfar en la vida. Tampoco ayuda demasiado que de pequeña soñase con ser una bruja malvada antiamor, y por eso hay veces que se me complica bastante la cosa.

Todo comenzó el día en que las malas lenguas me contaron que no existía el destino. Entonces me adueñé del albur de cada uno de ellos para tejerlo a mi antojo y, gracias a aquello, nació el monstruo manipulador que soy hoy en día: la gran vidente Carla. ¿O invidente? Puedo sentirme muy orgullosa de que las mayores cagadas de mis clientes lleven mi firma.

Last Chance es una importante empresa que se dedica a reconciliar parejas gracias a personajes como yo, que interpretamos papeles de lo más variopintos: desde terapeutas de pareja hasta matrimonios en crisis. ¿Y cuál creéis que será mi propósito en dicha empresa? Pronto lo descubriréis, aunque, conociéndome un poco, ya os podéis hacer a la idea de que no pinta nada bien.

Además, os cuento un secretito: me he enterado de que uno de mis compañeros, el estirado de ojos verdes y culo prieto, se ha propuesto desmontarme el chiringuito, así que ya tengo elegida a mi siguiente víctima. ¡Que arda el infierno!

¿Podrá el destino, mi gran aliado hasta el momento, doblegar mi estandarte antienamoramiento?

¿Qué harías si la vida te concediese una única oportunidad para lograr lo que deseas? 

Tenía ganas de leer a esta autora, la sigo por instagram y me cae genial. Mi compañera de trabajo me comentó que iba a leer este libro, así que me lancé con él y lo leímos juntas.

Carla trabaja en una radio como pitonisa, y durante uno de sus programas aconseja a un desconocido, y resulta ser un empresario que queda tan contento que decide contratarla. Ella no duda en aceptar el trabajo porque acaba de descubrir que el chico de quien esta enamorada no le corresponde y encima es el cuidador de su madre. Así que pone tierra de por medio y se va a Austria en su primera "misión" para reconciliar a una pareja.

Allí conocerá a su compañero, un tipo que esta muy bueno pero que es un estirado y que la echa la zancadilla. Pero ella logra salir airosa de esa misión, junto a su nueva mejor amiga... y quizás Eydan, ese estirado de ojos verdes, no sea tan inmune a sus encantos. 

Ahora... ¿Podrán trabajar juntos sin matarse? ¿o será cierto que del odio al amor hay un paso?

 

Como este libro es chick lit, que es un género que me cuesta y no me suele gustar, iba con pies de plomo. Es la primera vez que leo a esta autora y creo que escribe bien, pero me costó bastante engancharme a la lectura y después me tuvo como en una montaña rusa.

Con Carla no he empatizado nada. Es una joven que se hace pasar por pitonisa. No la he comprendido en ningún momento, se supone que es una mujer decidida y que va de frente pero la forma en que se comporta con Eydan es de niña tonta. Tampoco me ha gustado la forma que tiene de enfrentar la enfermedad de su madre... lo mismo lo da todo como que desaparece y luego vuelve a darlo todo.

Eydan es un padre soltero que trabaja duro para sacar adelante su casa. Me ha gustado casi todo el libro porque me ha parecido mas centrado que Carla y creo que tiene las cosas bien claras, pero luego al final me ha fallado totalmente.

La historia está narrada por Carla y gira alrededor de ella. Como he dicho antes, al principio me estuve aburriendo soberanamente, pero cuando empieza a trabajar para Last Chance la lectura cambia de ritmo y me atrapó totalmente. La verdad es que las cosas que suceden son irreales totales y bastante absurdas, pero me han parecido divertidas y me han hecho reír. Y al principio la historia de amor entre Eydan y Carla me fue conquistando.

Pero una vez que regresan a España la historia da un giro radical que incluso ha hecho que me enfade. No he comprendido la reacción de ninguno de los dos, creo que es evidente lo que sucede y odio que los malentendidos no se aclaren, porque como puede ser que algo tan gordo se deje pasar. Y ya me ha resultado inverosímil la forma en que la autora soluciona todo. No he abandonado la lectura porque me quedaban pocas páginas para acabar... pero el cabreo sigue en mi cuerpo.

En conclusión, Si mis pensamientos viesen la luz ha sido una lectura bastante caótica y llena de altibajos, con un ultimo cuarto del libro que no me ha gustado e incluso me ha enfadado. Una lastima porque la parte central del libro me tenía bien enganchada y me estaba gustando.